Encontrar el cielo

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Cómo saber si encontraste a "esa" persona.¨Porque es la persona con la que te gusta estar, la que te saca sonrisas, la que te hace feliz. Es a la persona que le puedes contar tus miedos, tus planes y tus deseos. Es la persona que no te juzga, que te ha aceptado tal y como eres. Es la persona que va a querer navegar contigo aunque su agua se haya acabado. Es la persona que te abrazará cuando necesites amor y te recorrerá cuando necesites pasión. Es la persona que conocerá todos tus lunares, que sabrá donde tienes cosquillas y que sabrá la parte de tu cuerpo que odias y que dices se ve mal. Es la persona que te despertará con un beso de desayuno y una sonrisa para que tu despertar sea muy dulce. Es la persona que te llamará "bonita" solo para notar el enrojecimiento de tus mejillas. Es la persona que adoptará tus gustos mas secretos, solo para compartir contigo lo que más disfrutas en la vida. Es la persona que te impulsará y te acompañará en cada paso que des en la vida, siempre te hará sentir tan segura de ti que creerás que nada te puede pasar mientras estén juntos. Es la persona que respetará cada desición que tomes, y que tomará tu mano para quitarte el miedo a la vida. Es la persona que reirá contigo cuando vean un camello comer higos en la calle. Es la persona que te enseñará a enamorarte de ti, que te enseñará que eres el ser mas perfecto, y que logrará que ames todo, que lo ames a él, que ames al de lado, que ames a cada persona, que ames a cada animal, a cada ser, que ames la Luna, que ames el Sol, que ames las nubes, que ames volar con la mirada, que ames amar. Es la persona con la que vas a querer amar al mundo. Es a la persona que intentarás enamorar todos los días, porque no solo se trata de encontrar a la persona correcta, se trata de ser la persona correcta. Es la persona con la que vas a crecer hasta alcanzar el cielo, porque cuando encuentras a esa persona, solo quieres reír, solo quieres amar, solo quieres volar. Así sabrás que es la persona correcta, porque tu felicidad será abundante, tus abrazos serán inmensos, tu sonrisa será gigante y porque tu amor será infinito.

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Relato de mi mente

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Hace tiempo que quería invitarte a mi habitación, quería estar en un lugar a solas, sin nadie, solo tú yo. Y aquí estamos, mi cama en la orilla de la habitación, un librero y del otro lado la televisión y las bocinas donde puse a tu grupo favorito, The Doors. El color rojo del cuarto y la luz del atardecer que entra por la ventana, hacen que todo se note mas bello. Trajimos 6 cervezas, 3 para cada uno, por los días que teníamos sin vernos. Platicamos, reímos, recordamos, planeamos y tomamos, Love me two times en las bocinas hace que te pares a bailar y empieces a mover tu cabello, me pides que cante contigo y me paras para saltar juntos; fue la canción que una vez te dije que me gustaba y a partir de ahí se volvió tu favorita. Termina la canción y nos reímos por nuestro baile, nos doblamos y quedamos con las manos juntas, reaccionamos al momento y nos quedamos mirando a los ojos, los dos sabíamos qué queríamos pero que no decíamos, no sé cuanto tiempo ha pasado pero yo digo que es eterno. Tú te empiezas a acercar, yo me acerco, nos besamos. Fue el beso que un día imaginé y desde ahí se quedó grabado en mi memoria, sin pensar que un día iba a pasar, estaba pasando. Es tímido, no quiero echarlo a perder, pero lo disfruto cada segundo, abro mis ojos y te veo concentrada, tú también lo disfrutas. Nos sentimos tan bien estando juntos y el deseo empieza a aumentar, pones tus manos en mi espalda con mas fuerza y yo te llevo a la pared, tú recargada, nuestros cuerpos no pueden estar mas pegados y las manos empiezan a recorrer el otro cuerpo, a conocerlo, a sentirlo. Tomo tu cabelllo y suavemente te acaricio el cuello, tú recorres mis brazos y mi espalda, con las uñas haces que yo quiera más, que mis manos empiecen a recorrer los lados de tu cuerpo, empezando por los hombros y bajando hasta las caderas, te aprieto y te hago brincar. Me apartas un poco y me quitas la playera, yo te desabrocho la camisa que traes puesta y hago que cuelgue por tus hombros, dejando el pecho desnudo, solo con el brassiere blanco con colores que tanto te gusta, que un día pensaste en mostrármelo. Bajo la mirada a tu ombligo, tú ves como te observo y ves esa cara en mí que expresa tanta plenitúd. Me abrazas solo para sentirme la espalda, la tocas, la exploras, desnuda te gusta más. Me acerco a tu cuello y empiezo a besarlo, noto como se te eriza la piel y levantas la cabeza para que pueda besarlo todo, lento, suavemente, llego a tu oreja y sigo besándote. Tú frotas tu cabeza con la mía, nuestros cuerpos nunca habían estado tan juntos. Como soy mas alto que tú, me empiezas a besar el pecho mientras tus manos están en mi abdomen, haces que levante los brazos y con tus uñas me reasguñas suavemente hasta llegar a la cadera, ahora tú, haces que se me erice la piel. Me muerdes el labio y lo vas soltando poco a poco, a nadie se lo había dicho, pero soy adicto a las mordidas.Te levanto y te acuesto en la cama, yo encima tuyo, haces que te quite el pantalon, tú te desabrochas y bajo hasta tus pies, me encanta verte las piernas, lo dejo a un lado e inmediato me quito el mío. Los dos semidesnudos, solo con ropa interior y calcetines, viéndonos el cuerpo por primera vez después de este tiempo de amistad; nos sonreímos y volvemos a quedar juntos. Empezamos a acariciarnos abrazados, para sentir el cuerpo del otro, para sentirte con mi cuerpo, nos frotamos, ya no solo sentimos con las manos, sentimos con cada parte del cuerpo y es que estamos juntos, aquí, semidesnudos. Los dos queremos pero no nos lo decimos, porque ya sabemos, en la mirada del otro está la respuesta, esas palabras que compartimos en nuestra cabeza: "Hazme el amor ahorita, ahorita que está Light my fire".


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Infinito

Y te quería porque naciste de la sombra de un árbol.
Te quería porque tu sonrisa invitaba a ser feliz al mundo.
Te quería porque tus abrazos llevaban a volar tan alto a cualquier persona que se envolviera en ellos.
Te quería porque imaginaba tu cabello siempre rozando mi cara.
Te quería porque en tus ojos siempre había lluvia de estrellas.
Te quería porque dormir contigo era amanecer en nubes.
Te quería porque estar a tu lado era apagar al mundo.
Te quería porque mientras te quería eras eterna, eras infinita.










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Luz creada

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Empezó preguntándole que porque volaba.

Empezó a preguntarle si realmente el viento hablaba.

Si realmente el sol era el que se apagaba y no la tierra la que giraba.

Si la música era la que se movía mientras uno escuchaba.

Si el espacio era infinito y uno parado estaba.

Si la hierba viene de arriba y no de abajo como se pensaba.

Si las voces que escuchas son solo tu alma que te hablaba.

Si el amor que esperabas siempre a tu lado caminaba.

Si el tiempo que pasa es solo una ilusión creada.

Empezó a preguntarle, ahora que volaba, por qué no somos luz, luz creada.

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Estaba seco de letras pues ya todas las había regalado.

Estaba seco de letras porque con ellas había vestido su desnudez.

Estaba seco de letras porque con solo ver sus ojos encontrabas la historia nunca contada.

Estaba seco de letras porque la lluvia había borrado la huella de que alguien estuvo ahí.

Pero el navegante siempre vuela, el navegante siempre brilla, el navegante siempre tiene letras.

Y el navegante regresó, regresó brillando, regresó volando, regresó con letras, regresó...

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BLUES

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Seré un poeta , un héroe, un pirata.
Seré un sombrero, un bastón, una calle solitaria.
Seré un Ford del 64, una escalera que sube, una noche a las 8:30.
Seré la lluvia, el sonido de los charcos, los dedos en tu cuello.
Seré el tocadiscos, la copa de vino, el cuadro en la pared.
Seré Frank Sinatra, la alfombra del piso, los labios en tu cuerpo.
Seré tu piel erizada, la ropa arrancada, la luz que se extingue.
Seré tu recuerdo, la voz en tu oído, seré tu barco esta noche.


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El tren

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Se sentó en el tren y empezó a observar el rostro de cada persona, sus gestos, sus peinados, su ropa.
Observaba el movimiento de sus bocas en las conversaciones que mantenían. Lo único que escuchaba eran los guitarrazos de David Gilmour al sonar Echoes en su reproductor.
Unas risas logró captar y al voltear vio a un par de niños jugando con un chocolate, una señora que le quitaba la cascara a una naranja, un señor que dormía.
16 minutos duró la canción, 16 minutos observó, 16 minutos decidió ver este mundo para después regresar al suyo a escribir lo que vio, para escribir una fotografía mental, para escribir una escena común en su memoria.


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