Imagina

Imagíname acostado, dentro de la habitación roja repleta de libros, tumbado en el sillón café que siempre te gustó.

Imagina que te acercas, que te sientas a mi lado para que te cuente una historia, para que te envuelva con mi voz, para que te hundas en el mar de mis letras.

Imagina la música de fondo, Vivaldi y sus cuatro estaciones, aquella ventana que deja pasar los últimos rayos de luz del día, los rayos que nos dicen que ya viene la noche, que viene por nosotros.

Imagina mis palabras, que van flotando en el aire creando la más suave armonía jamás contada, que van hacia ti, que quieren llegar a ti.

Imagina el momento, este momento que te quise regalar, estas palabras que te quise contar, este sueño que tienes que imaginar, este momento que vamos a crear.

Imagínate volando, volando junto a mí, danzando con el viento, el viento que te habla para decirte que eres el ser más hermoso.

Imagina que mi historia jamás fue contada, que nunca escuchaste mi voz, que siempre estuviste arriba, imagina que siempre supiste volar.

Mi mundo (primera parte)

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Acompáñame, el momento es el correcto. La montaña nos llama, nos dice que vayamos a ella. Ahí está el otro mundo, a través de las rocas en forma de duende, esas rocas que se crean en la cascada. Tras la cortina de agua llegamos a ese mundo, ahí donde pertenecemos, donde las  jirafas son verdes y el no volar ni si quiera pasa por una idea. Ahí donde las flores nacen en el aire para convivir con todo. Ahí donde las nubes bajan por nosotros a traer las estrellas. Ahí donde los hongos son habitables y los sabios están en los troncos triangulares señalando el eclipse lunar eterno. Ahí donde las letras viven en cada habitante. Ahí de donde somos tú y yo.

Una simple respuesta espero para llevarte, toma mi mano pues ya te he encontrado para irnos, mira mis alas que nacieron cuando te abrace por primera vez, mira mis ojos nuevos que se han fundido en los tuyos, mira mis manos que se quedaron pegadas a tu voz para moldear la más perfecta canción.

Ven, que ya el viento nos espera para que naveguemos en él, pues ya el sol se ha despedido de estos seres que dicen adiós al suelo.

Ven, saltemos al vacío, abramos nuestras alas, volemos a esa montaña, crucemos esa cascada y convirtámonos en la nada y así el infinito comenzara después de nosotros.

Ven, para brillar, para rascar al sol y desprender de él el arcoiris infinito y crear el camino al cielo eterno.

Dijiste que tomarías mi mano para elevarnos, dijiste que volarías conmigo, dijiste que no me soltarías.

Lo hicimos.

Hemos saltado al vacío para navegar en el viento, para llegar a la montaña.

Hemos desprendido las alas, el aire en nuestra cara nos dice que ya vamos en camino, vamos juntos, vamos besando la alegría al vuelo, vamos creando los colores, vamos abriendo esta nuestra historia.

El viento cada vez es más débil, ya las alas empiezan a contraerse, ya nuestros pies empiezan a bajar para llegar al puente que llevan a la cascada.

Lo cruzamos uno detrás del otro viendo que ya no somos dos, nos hemos unido y mi pensamiento puedes escuchar para hablarle al agua, para decirle a la cascada que llegamos, que nos abra para entrar a la canción de Bob Marley, en nuestra canción.

El tiempo no existirá, el mundo se queda atrás, entramos…

Escucho el viento en tu mirada , las voces mágicas nos dicen que guardemos las alas, que ahí se puede nadar en el aire, saltar en el agua, volar es eterno. Hemos cruzado, y mientras Is this love se escucha en el aire, vamos escribiendo esta nueva historia, esta  historia que te voy a contar…




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Vamos en la resbaladilla  en la que caemos para llegar al mar, ese mar de colores. Nadaremos en él para llegar a la nube que nos dice que subamos a ella, que nos llevará a la rebanada de sandia gigante. Nos la comeremos hasta estar rojos y panzones y empezaremos a flotar. La fuerza del viento nos aventará contra un coche que nos paseará  por el desierto hasta llegar a las pirámides de Egipto donde despertaremos a una momia para bailar Elvis Presley   mientras Perry salva a la ciudad y nos tomamos una coca para la sed.

Y sí no puedes respirar es porque en el aire guardé mis recuerdos, esos recuerdos que manchaste con tu presencia, que un día dejaste atrás, esos recuerdos de tu despedida

Tengo la ligera sospecha de que le gustaba escuchar aquellos relatos escritos en borrador porque a medida que nuestras voces iban llenando la habitación como el humo, podía acostarse y recrear sueños y fantasías para fusionarse con esa charla que lo envolvía en la niebla. Pero como en toda ilusión pasajera llega el momento de despertar, tienes que abrir nuevamente esa puerta que te regresa a la realidad. ¿Qué pasa entonces ahora?

Así sin más, me dejé llevar por la corriente de tus brazos.
Así sin más, me fuiste envolviendo.
Así sin más, empezamos a volar.
Tan alto que no me reconocía, tan alto que rozaba tu gran ego, tan alto que estaba...
Bastaron 3 acordes para que todo acabara, para caer, caer sin fin...
Así sin más, me soltaste.
Así sin más, caí,
Así sin más, me perdí en el mundo con alguien más.