martes, 11 de enero de 2011

Vamos en la resbaladilla  en la que caemos para llegar al mar, ese mar de colores. Nadaremos en él para llegar a la nube que nos dice que subamos a ella, que nos llevará a la rebanada de sandia gigante. Nos la comeremos hasta estar rojos y panzones y empezaremos a flotar. La fuerza del viento nos aventará contra un coche que nos paseará  por el desierto hasta llegar a las pirámides de Egipto donde despertaremos a una momia para bailar Elvis Presley   mientras Perry salva a la ciudad y nos tomamos una coca para la sed.

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